sábado, 8 de diciembre de 2012

Herido en combate

Entre "El día de la bestia" y "Muertos de risa", tuvo Álex de la Iglesia la feliz idea de rodar "Perdita Durango". Fue este el primer papel de Bardem como "hijodeputa" antes de que lo descubrieran los americanos en "No es país para viejos" y los británicos en "Skyfall".

Existía por aquel entonces una suerte de minicines en Santander, trasteros reconvertidos, en los que la ausencia de las mínimas medidas de seguridad hacían que la única puerta de entrada y salida se hubicase debajo de la pantalla. Esto hacía que el llegar con la película empezada acojonase abrir la puerta y encontrarte a toda la sala mirándote de frente, inquisidora. Y al salir antes de tiempo sintieses todas las miradas clavadas en tu espalda.

Pues la unión de una película nefasta con un cine patético dio como resultado que, tras veinte minutos aguantando mecha, decidiésemos marcharnos y al hacerlo descubriese con horror que la pierna derecha se había dormido.

Salir arrastrando una pierna en mitad de una película violenta con la silueta recortada contra la pantalla no tiene precio. Para todo lo demás, MasterCard.

jueves, 15 de noviembre de 2012

El desfile

Todas las madres creen que sus hijos son los más guapos. Y aún siendo más feo que un frigorífico por detrás, las madres así lo ven. Pues la mía no iba a ser menos. Así que recién comenzadas las vacaciones de verano se enteró de que Austral, marca deportiva autóctona, realizaba un casting para chavales con el fin de realizar un pase de su ropa de temporada.Y ni corta ni perezosa nos empujó, a mi hermano y a mí, al casting que se realizaba en el Gimnasio "Squash" de Floranes.

Partiendo de la base de que no queríamos ir tampoco sonaba tan mal. Ya habíamos hecho el ridículo en las fiestas del colegio con toda suerte de concursos en los que nos acoplaban la ropa vieja de casa a modo de disfraz y éramos la sensación del colegio. Hubo un año incluso en el que la vejación adquirió tales dimensiones que llegamos a desfilar sobre pasarela en el Chiqui, los tres hermanos disfrazados de novio, novia y niña de las arras con dispar suerte entre nosotros. Y hay fotos.

Después de esto ¿qué cosa podía haber peor?. No pudiendo negarnos afrontamos la situación con entereza. Si le echábamos cara, sacaríamos un dinerillo. Había que llevar pantalón corto rojo. Raro.

Y allí llegamos. El casting era en la sala de baile, con espejo y barra. Había chicos y chicas de nuestra edad con mallas y calentando. Malo. El resto de la concurrencia masculina abría los abductores hasta límites insospechados. En una edad muy mala para poner en el tela de juicio tu virilidad la solución hubiese sido sencilla; Coger la puerta y largarnos. Pero estábamos en una época en la que no se nos pasaba ignorar un mandato de nuestra madre ni aunque ella no estuviera presente. El ojo de Sauron. Y nos quedamos a la prueba...

Aquello no era desfilar, era el lago de los cisnes. Ora avanzabas por el pasillo al trote mientras tus hombros anunciaban tu llegada alternativamente y llevabas los pies limando las uñas contra el suelo tal que los tobillos se hubiesen roto, ora corrías de lado cual cangrejo epiléptico con el cuello girando como la niña del exorcista. Yo no sé si fue la risa que me daba o que tenía la gracia del cuerpo desengrasada, que me mandaron a casa el primer día, gracias a Dios.

Lo gracioso del tema es que mi hermano duró tres largos días más antes de que le echasen igualmente. Hay que enterarse bien de los anuncios que lo mismo acabas en Factor X porque un día te oyeron cantar en la ducha.

viernes, 9 de noviembre de 2012

La tragedia del Madrid Arena

Uso este blog para hechos más o menos frívolos de mi vida, pero hoy haré una excepción. Ante la proliferación del término Director de Seguridad en los medios de comunicación, algunos han querido saber mi opinión, lo cual me alegra. He aquí la misma...

“La tragedia se ha producido por un cúmulo de errores”

Esta frase, si bien es cierta, frivoliza con la idea de que sólo ese día, por arte de algún maléfico hechizo, los hechos se confabularon por ser la noche de Halloween.
Nada más lejos de la realidad. Las tragedias con muertos de por medio suelen destapar grandes irregularidades que son cometidas todos los días. Trashorras destapó, con la tragedia del 11M, la libre circulación de explosivos que se venía produciendo con impunidad. Esta tragedia destapa el intrusismo de los auxiliares en el mundo de la seguridad privada, la dejadez de la administración en sus funciones, la falta de responsables que hagan cumplir los planes de autoprotección y en último caso, la inexistencia de estos.

¿Quién es el culpable? A la vista de los hechos, todos un poco, pero unos más que otros.

El Ayuntamiento de Madrid niega primero que se haya superado el aforo, para cambiar de opinión cuando las evidencias les dejan en evidencia. El contrato de alquiler del Madrid Arena es para 5.000 personas y el pago es de 12.000€ más IVA. De superarlo, hubiese subido hasta 20.000€, así que el engaño está servido. Declaran el menor de los aforos posibles para pagar el mínimo y luego ya haremos lo que nos venga en gana. La versión oficial de la empresa es que vendió 9.600 entradas y el vicealdalde de Madrid, Miguel Ángel Villanueva, llegó a hablar de "10.600 localidades autorizadas" en total para la fiesta. El ayuntamiento, tras cambiar de versión, no sólo reclama la cantidad adeudada por superar el aforo declarado, sino que busca al Harvey Lee Oswald de la bengala para cargarle con las muertes. Si realmente una bengala, una explosión o un incendio hubiese provocado una estampida, la tragedia de la que estaríamos hablando ridiculizaría a la de Alcalá 20.

El hecho de la bengala pone de manifiesto que no se realizó correctamente la labor de control de accesos y requisa. En este aspecto, el vigente Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, dice en su artículo 59.1 d. “Que el público no podrá portar artefactos peligrosos para la integridad física de las personas”, y su artículo 81.15 considera como infracción, las “explosiones de petardos o luces de bengala”.

Tampoco se realizó bien esta labor por la presencia de menores de edad, constatada por el irrefutable hecho de que una de las personas fallecidas tenía 17 años, lo que está expresamente prohibida por el artículo 25.1 de la Ley de Espectáculos Públicos CA; que dice lo siguiente:

“Queda prohibida la entrada y permanencia de menores de dieciséis años en bares especiales, así como en las salas de fiestas, discotecas y establecimientos similares con carácter general; y a los menores de dieciocho años, siempre que en ellas se venda o facilite el consumo de bebidas alcohólicas”.

En la fiesta del Madrid-Arena, se vendían bebidas alcohólicas que se ofertaban con la entrada, por lo que no se debió permitir el acceso a menores.


El contrato de alquiler del Madrid Arena exige a la arrendataria, la empresa DivierTT, la contratación de los servicios de seguridad de Seguriber, en virtud del contrato que tiene firmado al efecto con Madrid Espacios y Congresos. Un contratiempo abordable, puesto que la intención es de beneficiar a la empresa Kontrol 34, amiga de DivierTT, por lo que se contratan 38 vigilantes de Seguriber para el control de accesos y requisa y 6 para el interior del recinto, mientras que, su vez, contrata a 63 auxiliares de la empresa Kontrol 34. La empresa Kontrol 34, que se inscribió en el Registro Mercantil el pasado 6 de junio, no está inscrita en el registro de empresas de seguridad. Sólo tiene auxiliares. De hecho en la inscripción de esta sociedad se establece que su objeto social es: "la organización y promoción de eventos musicales y promocionales; la gestión, administración, adquisición, promoción, construcción, enajenación, arrendamiento, rehabilitación y explotación en cualquier forma de solares, pisos, locales, terrenos...".


El servicio de vigilancia únicamente tiene potestad para realizarlo el Vigilante de Seguridad. Cualquier otra categoría como Auxiliar de Servicios, Conserje, Agente de Control, etc... no es personal competente para desempeñar estos servicios. Los servicios auxiliares son servicios destinados a realizar funciones como conserjería, recepcionista, control, mantenimiento, etc. El ánimo de lucrar a una empresa amiga lleva a contratar más auxiliares que vigilantes, que si bien no son garantía de que el hecho no se hubiese producido, sí es personal más cualificado en caso de evacuación.

En el ayuntamiento de Madrid nadie dimite porque consideran que no tienen responsabilidad en la tragedia.

Al haberse celebrado en la Comunidad de Madrid, tomaremos como base la Ley 17/1997 de Espectáculos Públicos de la Comunidad Autónoma de Madrid.

El artículo 6.3 indica que es obligatorio la elaboración de un Plan emergencia según la Norma Básica de Autoprotección, aprobada mediante el Real Decreto 393/2007, que establece la obligación de elaborar un Plan de Autoprotección y presentarlo en el correspondiente servicio de la Administración competente su aprobación. Por lo tanto, el plan de Autoprotección debiera de existir.

El artículo 7 de la dicha Ley de Espectáculos Públicos de la Comunidad de Madrid, que dice que la Comunidad de Madrid determinará reglamentariamente los espectáculos, actividades y establecimientos que por su naturaleza, aforo o incidencia en la convivencia ciudadana deberán implantar medidas o servicios de vigilancia, así como las características de los mismos. El Ayuntamiento de Madrid asignó sólo un sargento, un cabo y 14 funcionarios de policía al botellón que se produjo en los alrededores del Madrid Arena mientras que envió 42 funcionarios de policía al estudio donde se grababa el programa “el Hormiguero” porque allí se concentraban 6.000 fans con sus madres.
El número de vigilantes, aunque claramente insuficiente, no infringe la norma. Otra cosa es que el número de asistentes creciese hasta tres veces el aforo máximo.
En un evento (conciertos, etc.): Debe ser Vigilante de Seguridad y además debe ir aumentando el número de Vigilantes a medida que aumente el foro de personal en dicho evento:
a) Un vigilante de seguridad cuando el establecimiento tenga un aforo autorizado de 300 a 450 personas y, en cualquier caso, en los establecimientos de esparcimiento de inferior aforo.
b) Dos vigilantes de seguridad cuando el establecimiento tenga una ocupación entre 451 a 750 personas.
c) Tres vigilantes de seguridad cuando el establecimiento tenga una ocupación entre 751 a 1.000 personas.
d) Cuatro vigilantes de seguridad cuando el establecimiento tenga una ocupación superior 1.000 personas. No obstante lo anterior, los establecimientos deberán incrementar la dotación del servicio de vigilancia en un vigilante de seguridad más por cada fracción de 1.000 personas de ocupación.

El artículo 26 referente a la Prohibición y suspensión de espectáculos dice que La Comunidad de Madrid o los Ayuntamientos, en el ámbito de sus respectivas competencias, podrán prohibir o, en el caso de haber comenzado, suspender la celebración de espectáculos o actividades recreativas, en los siguientes casos:

b.Cuando en el desarrollo de los mismos se produzca o se prevea que pueden producirse alteraciones del orden público con peligro para las personas y bienes.
c.Cuando exista riesgo grave para la seguridad de personas o bienes o cuando se incumplan gravemente las condiciones sanitarias y de higiene.

El artículo 30 dice que Corresponde a los Ayuntamientos el ejercicio de las funciones inspectoras que garanticen el cumplimiento de las normas reguladoras de los establecimientos y locales y de la celebración de los espectáculos públicos y actividades recreativas objeto de la presente Ley. Por lo tanto debiera de existir un acta en el ayuntamiento de Madrid, con el resultado de la inspección para garantizar el cumplimiento de las normas.

De todo esto se deduce que el Ayuntamiento de Madrid no sólo pudiera tener algún tipo de responsabilidad subsidiaria sino de dejación en sus funciones. La intrusión de los auxiliares en el mundo de la seguridad es la repetición de un mal ya erradicado cuando se puso fin a los guardas de seguridad a los que se obligó a examinarse para ser vigilantes jurados. Y la incapacidad de las Unidades de Seguridad Privada de hacer cumplir la ley a otras administraciones públicas en materia de seguridad.

lunes, 8 de octubre de 2012

Vuelva usted mañana

Mariano José de Larra, alias Fígaro, que ha sido siempre mi ensayista preferido, ya retrató la pereza de la burocracia española con este título que yo adopto a mi anécdota.

En una Dirección General del Estado, del que me acuerdo pero prefiero omitir que luego todo se sabe, tenía yo que entregar una documentación para conseguir un título oficial. Este a su vez necesitaba de uno anterior expedido por la misma Dirección General. Mi sorpresa empezó cuando entre los requisitos se encontraba la compulsación del título anterior. Seguro de que había un error fui con todo menos con eso.

"Está todo menos la compulsa del título tal",-me dijo el funcionario.
"Pero no puede ser que me queráis sacar X euros por la compulsa de un título que habéis expedido vosotros y que con meter mi DNI en vuestra base de datos podéis corroborar",-respondí contrariado.
"Mira, aunque creo que tienes razón",- comenzó a relatarme confidencialmente "soy el último mono de la fila y no voy a ser yo el que rompa una pica en Flandes, así que vamos a hacer una cosa..."
Y acercándose de forma cómplice me espetó- "Vamos a mandarlo así, como que se nos ha olvidado, y cuando te llamen de Madrid, se lo cuentas a ver qué pasa".

Y en esas quedamos, con lo que yo contaba, craso error, que no me llamarían jamás y me expedirían el título. Pero hete aquí que 20 días después recibo una llamada. En un tono complaciente un funcionario me dice que, mira chavalote, que es que se te ha olvidado la compulsa y tal.

Y aquí es cuando llegó mi venganza; "Mire usted, el sentido común me dice que no es justo cobrar por un título que ustedes mismos expiden pero como el sentido común es el menos común de los sentidos, me hace el favor de mirar la Ley 30/1992, de 26 de noviembre de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común que en su artículo 35, referente a los derechos de los ciudadanos, en su punto F) indica que tenemos derecho a no presentar documentos no exigidos por las normas aplicables al procedimiento de que se trate, o que ya se encuentren en poder de la Administración actuante."

(...) unos segundos de silencio incómodo.

"Pues... bueno...vamos a dejarlo así"

Y tiempo después recibí en mi domicilio el título. Pocas veces tiene uno en la vida la oportunidad de vencer al sistema.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Caballo loco

Desde que los Reyes Magos perdieron por el camino el coche de Zorak, miraba con envidia el flamante caballo que sí habían traído al Geyperman del Séptimo de Caballería de mi hermano. Me fijaba en los caballos de las películas con esas crines al viento y ese pelaje brillante y me entraban ganas de galopar en uno.

Por eso, cuando surgió la oportunidad en Laredo, aprovechando un campamento de verano en el que estaba, no lo dudé ni un segundo; Me apunté a una excursión a caballo.

Para empezar, por la tele los caballos no huelen y aquellos sí. Y mucho. Todos llenos de moscas moviendo los músculos nerviosos, no se sabe si con el fin de espantar las moscas o porque tenían clientes a los que trasladar, empezaron a cagar alternativamente como signo de bienvenida. El olor se acrecentó.

Una vez todos en sus monturas nos pusieron en fila india y mi caballo, bien sea por animadversión con el de delante o porque era el típico "tocahuevos" comenzó a morderle la cola. El de delante, viéndose ultrajado empezó a soltar coces a quemarropa que el mío, muy hábil, esquivó y terminaron impactando en mi zapato. Hasta que en una de estas andanadas, que yo ya intuía que no iban a acabar bien, logró impactar en el hocico del mío. Se mosquea el mío después de todo el tiempo gastado en molestar, se yergue sobre sus cuartos traseros cual película de Western y sale en estampida adelantando al grupo e internándose en un pinar.

Como un Jedai en los bosques de Endor veía yo pasar los pinos y no sabía cual iba a ser peor; Si caer del caballo o que este nos estrellase a los dos contra un pino. Perdí al grupo para cuando el cabrón quiso parar y anduve cual anuncio de Terry paseando por la playa sin rumbo fijo hasta que me vinieron a rescatar.

¿Nunca más?. Pues hasta hoy que escribo este epitafio antes de subierme en uno dentro de 30 minutos. A ver que tal.

lunes, 3 de septiembre de 2012

El violinista en el tejado

Corría el Agosto del 88 cuando estuve trabajando en el Festival Internacional de Santander con el fin de sacarme unas pelillas para la gasolina "normal" del Seat 133. Durante un mes y con un horario de lujo para ir a la playa y para salir de noche, estuve vestido de pitufo (chaqueta azulina y pantalón blanco) en la Plaza Porticada, lugar donde todos los años se montaba y desmontaba todo el tinglado.

El sueldo no era malo y el sobresueldo como acomodador era reconfortante. La gente "bien" aflojaba la mosca por enseñarles su localidad lo que hacía que corrieses a por otro tan pronto hubieses recogido el botín del anterior.

Además me permitía ver íntegro todo el festival,lo que debido a mis estudios en el conservatorio era gratificante, y que incluía grandes orquestas, solistas y compañías de ballet.

Precísamente, en el segundo día de actuación del New York City Ballet, a punto de cerrar las puertas para dar comienzo el espectáculo, llegó un hombre vestido de frac, con unas partituras debajo del brazo, corriendo con la lengua fuera. Me dijo, en un perfecto español, que era de la orquesta y que llegaba tarde por lo que le dejé pasar sin pensar.

Hasta que pensé. De inmediato le seguí, le agarré del brazo y le dije: "También es mala suerte que de 31 días de Festival sólo haya 5 en los que no hay orquesta y hoy sea uno de ellos". Cuando el hombre, cabizbajo, iba a dirigirse a la salida le dije: "Por mi parte te puedes quedar, porque el mérito de salir de casa de frac con partituras para poder entrar denota lo mucho que te gusta el ballet aunque no tengas el dinero de la mitad de estos que sólo vienen para que les vean".

jueves, 23 de agosto de 2012

Reacción en cadena

Tenía yo un baño para nada desfasado, si acaso desactualizado. Vamos, que no era de los que salen en las pinturas de Antonio López. De hecho tenía un inodoro de diseño y ahí empezó el problema.

Mi sobrino, el día de autos, se le cayó la tapa del inodoro en vez de posarla suavemente. Aparte del lógico ruido no pareció haber ocurrido nada, lo que no era raro pues en la caja decía que resistía el peso de un elefante. El caso es que en cuanto me senté noté yo un mordisco en mi nalga y tras varios mordiscos descubrí una microfisura que dejaba de ser tal cuando sentía mi peso encima. Tras varios mordiscos, que estaban afectando a mi tracto intestinal, llamamos al seguro.

El del seguro vino y dijo que ya no se hacían tapas para ese inodoro por lo que había que cambiarlo entero. Con gran pena por los muchos ratos compartidos trajeron otro inodoro con amortiguador de tapa para evitar que se repitiera el accidente. Este era un poco más ancho por lo que hubo que taladrar el suelo para ajustar los anclajes. Y aquí pareció que acababa todo. Nada más lejos de la realidad.

Los vecinos de abajo llamaron porque les caía agua. Al taladrar el suelo habían perforado una tubería por lo que había que picar para solucionar el problema. Ahora había un agujero en el suelo y tampoco había azulejos igual que los míos. Así que el seguro se comprometió a cambiar los azulejos del baño por un importe máximo de 2.000 euros.

Vinieron todos los gremios de la profesión incluido el mamparero, que yo desconocía y confundía con el noble arte de dirigir el miembro viril de los caballos hasta su destino final, y que sólo puso los dos tornillos de la mampara.

Ahora hay baño nuevo por azar pero viendo tal y como está el país no dudo de que haya azares forzados que encarezcan la póliza de los honestos.

martes, 21 de agosto de 2012

No todo vale

Estamos en la creencia de que para estar en casa, todo vale. De hecho, un día regalamos a un amigo unas zapatillas de abuelete como gracia y las dió uso hasta que las reventó. Las camisetas viejas pasan a ser pijamas hasta que no pueden más y se convierten en trapos. Pues no todo vale porque a veces hay visitas inesperadas.

Estaba yo en casa en pijama y como tenía frío y no tenía a mano mi bata me puse la de mi rosa de mi mujer. En principio nada que temer. Es más, no tienes consciencia de tu atuendo. Y entonces un amigo mío llamó a la puerta.

Repentinamente tomé consciencia de mi look de Hello Kitty y eché a correr hacia mi habitación con tan mala suerte que alguien había dejado la aspiradora debajo justo de la puerta y al saltarla me comí el marco de la misma.

¿Hay algo peor que el que te vea tu colega con una bata rosa?. Pues que te vea con una bata rosa tirado en el suelo con tu mujer descojonada de la risa.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Gym 2

Después del episodio de la rotura de luna notaba yo que me señalaban a mi paso como en "La invasión de ladrones de cuerpos". Pero aún faltaba un episodio para convertirme en leyenda...

Antes no iba tanta gente al gimnasio y menos los sábados por la mañana. Así que me encontraba a mis anchas con todos los aparatos para mí mientras las chicas hacían "aerobic", lo que ahora ha evolucionado en "just pump" o "cardio combat". Vamos, lo que es convertir a Eva Nasarre en un unicornio o grifo a base de hibridizar las cosas, que está ahora muy de moda.

Pero resulta que hacer pesas tú solo, sin picarte con nadie, es muy aburrido por lo que más pronto que tarde me dirigí a las duchas. Por aquel entonces acababan de instalar mamparas corredizas de madera para no vernos el culito unos a otros, ya he dicho que eran otros tiempos. Aún no tenían puestos los tiradores y no estaban bien incrustadas en los rieles porque en cuanto la empujé para correrla y poder salir de la ducha comenzó a caer como un puente levadizo. Por mucho que yo la agarraba por los bordes ella seguía a su rollo, cayendo a cámara lenta hacia lo inevitable, mientras que yo la seguía en mi intento de que recuperara la verticalidad.

El estrépito fue de órdago. Sólo me dio tiempo a quitar los dedos antes de caer sobre ella en canicas. Al ser el único chico en el gimnasio, las chicas se vieron en la obligación de entrar a todo correr en el vestuario seguras de que algo gordo me había pasado. Y allí estaba yo, cual surfista a punto de coger una ola, diciendo boca abajo que estaba bien, incapaz de levantarme y enseñar el pajarito ante una audiencia totalmente femenina.

miércoles, 13 de junio de 2012

Gym 1

Curiosamente, avatares del destino, hoy en día voy al mismo gimnasio que cuando tenía 18 años. Es el mismo local pero no es el mismo dueño ni el mismo nombre por lo que me siento más veterano que ninguno. Y allí sigue mi ventana...
Cuando tenía 18 años levantaba más peso de lo que mi cuerpo prometía. Notaba yo las miradas y codazos que se daban algunos cuando levantaba pesos a pripori imposibles para mis posibilidades. Y podía rivalizar en abdominales con cualquiera.
Y ocurrió que un día, una chica nueva y de buen ver, desconocedora de las reglas no escritas, atravesó el umbral del aerobic para adentrarse en el proceloso mundo de los aparatos. Y tras unos breves segundos de estupor por nuestra parte, cada macho se dispuso a dar lo mejor de sí mismo para impresionar a la hembra en cuestión. Y yo me dejé llevar por la locura general inducida por la testosterona y me dirigí raudo a por mi fuerte; Gemelos en la prensa inclinada.
Era un aparato que servía para hacer pierna pero que cogido al revés servía para hacer gemelo. Tras un tremendo tirón inicial para poder levantar los 100kg. podía realizar gemelo subiendo y bajando los talones. La máquina estaba ocupando una columna que separaba dos ventanales que daban a un patio.
Y allí estaba yo seguro de que los 100kg. no pasarían inadvertidos para la recién llegada. Di el tirón inicial y no pude moverlos. ¿Qué pasa?. Segundo y lo mismo. ¡¡Me cagüen!!. Tercero y casi reviento.
Seguro de que no había Kriptonita cerca analicé la situación para resolver el enigma que me estaba dejando en ridículo. Alguien había desplazado la máquina de costado de tal manera que las pesas rozaban con la columna. Pues se recoloca y asunto arreglado.
Y me apoyé en el único sitio en el que podía apoyarme; La ventana. Apliqué toda mi fuerza para mover el aparato pero, caprichos de la física, cedió la parte más débil que resultó ser la ventana.
Un ventanal enorme que se vino abajo con gran estrépito con el resultado de que quedé agarrado al aparato para no caer al vacío desde un primer piso, que un gran trozo de cristal en forma de triángulo invertido quedó cimbreándose encima mío con el riesgo de haber atravesado mi cabeza en el caso de haber caído y que logré atraer la atención de la chica, de los otros usuarios y del dueño del gimnasio no sólo ese día sino todos los que le siguieron.

martes, 29 de mayo de 2012

La isla del Carmen

Luanco es un hermoso pueblo de la costa de Asturias, de esos que en verano triplican la población de invierno, por el que merece la pena dejarse caer. Y eso es lo que hacía yo allá por el 88 aprovechando la cálida acogida familiar; Dejarme caer.
Se tomaba el sol en el Gallo que era el espigón desde donde toda la juventud se exhibía, en plena efervescencia hormonal, con toda suerte de saltos al agua. Mortales, ángeles y tirabuzones terminaban salpicando en el mar entre el alboroto de los chicos y el regocijo de las chicas. Yo miraba al mar desde esa altura y no lo veía claro, pero no era cuestión de amedrentarse. Mi ridículo salto de pie no impresionó a nadie así que tuve que esperar mi oportunidad en otro campo que me fuese más propicio.
Pocos minutos después, la conversación de que fulanito de tal nadaba todos los días desde el Gallo a la isla del Carmen y que un día tenían que probar me dio la oportunidad de ponerme bravucón. ¡Cómo que un día de estos!. ¿Y por qué no ahora?.
Debió cogerles fríos porque sólo dos secundaron mi propuesta lo que revalorizaba mi aventura. Antes de medio camino uno se volvió porque no lo veía claro. Vamos mejorando. De esta me convierto en leyenda. Y llegamos a la isla.
No sé el tiempo que nos llevó llegar ni el tiempo que estuvimos descansando en la isla pero la idea de volver se nos antojaba épica. Bien por el efecto óptico, bien por las escasas fuerzas, el Gallo parecía estar allende los mares cerca del infinito. Pero no quedaba otra.
Nos hicimos a la mar con un nadar cansino que antes de medio camino había tornado de estilizado crol a rústica braza y de ahí a espalda para ir descansando. Ya no éramos tan visibles como cuando batíamos fuertemente el agua y la cercanía de dos motoras con sus respectivos esquiadores nos hizo tomar una decisión de urgencia. Nos pusimos los bañadores en la cabeza para ser más visibles a las motoras. ¡Qué cambio tan sorprendente produce un trozo de tela!. Incomprensible por otra parte ya que el agua atraviesa el bañador igualmente pero la sensación de libertad hizo que recobráramos nuestras fuerzas.
Y fue entonces cuando aparecieron unas irregularidades en la superficie del mar. Unas irregularidades que se aproximaban o nosotros a ellas pero no había forma de ver de qué se trataba al estar al mismo nivel. Sólo cuando las tuvimos casi encima averiguamos que se trataba de mules chupando la superficie, con el tiempo justo de volvernos a poner los bañadores. Primero está Dios y luego todos los santos.
Cuando llegamos por fin al Gallo las piernas nos temblaban tanto del esfuerzo que no fuimos capaces de pasar del primer escalón y allí nos quedamos un largo rato contemplando la lejanía de la isla y la grandeza de nuestra gesta.

jueves, 10 de mayo de 2012

La vespa

En los viajes turísticos, entendiéndose por los que hay algo que ver sin playa en la que realizar la fotosíntesis, solemos comer de bocadillo. No tanto por ahorrar como por no perder tiempo. Desayuno en el hotel, cena en restaurante típico pero comida de bocadillo para que sea rápida y poder ver el mayor número de cosas posibles.
Pues en estas nos encontrábamos bajo la columna de Trajano en Roma, con un jamón de bellota de Guijuelo envasado al vacío y unas barras de pan, preparándonos unos bocatas de muerte. El aroma del jamón le llegó a una solitaria avispa que me empezó a acosar sin descanso. A cada mordisco que daba la tenía en el bocadillo llevándose su parte. No terminaba de darle un manotazo y ya estaba encima del bocadillo otra vez. Hasta que el último manotazo pareció ser el definitivo.
En ese momento mi mujer comenzó a escupir y en uno de esos escupitajos apareció mi avispa y en el labio superior de mi mujer el aguijón clavado. La avispa lejos de amedrentarse, había vuelto hecha una furia, con la intención de vengarse del último soplamocos pero con la suficiente desorientación para errar el objetivo.
El labio, en poco tiempo, no tuvo nada que envidiar al de Carmen de Mairena y el Palatino tuvo que ser sustituido por el Policlínico Vittorio Enmanuele.
Empezamos por "La signorina è stata punta da una vespa" para acabar con el inglés de toda la vida, esperanto de nuestro tiempo. Qué tiempos aquellos en los que hablabas en español, ellos te contestaban en italiano y todos nos entendíamos. Al menos descubrí de dónde le viene el nombre a la moto.

viernes, 27 de abril de 2012

El autobús del professor Poopsnaggle

Estando en Cambrils y queriendo ir a Port Aventura, tuve la mala idea de convencer a mi cuñado de que la mejor idea de ir era en autobús. Con el convencimiento de que el parking de todo el día sería más caro que el transporte público nos trasladamos de esta manera y al salir tuvimos la desagradable sorpresa de que en el horario de vuelta cobraban un suculento suplemento nocturno cuando faltaban horas para ponerse el sol.
Ante este contratiempo, optamos por dejar al grueso de la familia esperando dentro del parque mientras nosotros dos íbamos a por el coche pagando por dos billetes de vuelta lo que pagamos por siete de ida.
Llegamos justo cuando el autobús acababa de irse por lo que nos tocaba esperar treinta minutos al siguiente, que se encontraba allí con el motor encendido.
Con el motor encendido para tener el aire acondicionado encendido. Durante veintinueve minutos estuvimos solos en un autobús que se asemejaba más a un camión frigorífico de pescado que a un transporte público para humanos. Las ventanas empañadas, vaho en nuestro tiritar y los pezones rayando los cristales, mientras el conductor charlaba con otro compañeros de oficio fuera del autobús.
Cuando sólo quedaba un minuto para salir llegó toda suerte de lugareños y guiris que retrasó en diez minutos la salida. Una vez en marcha una chica comenzó a llorar porque era la primera vez que salía con el coche de Barcelona y no se acordaba dónde lo había aparcado, ni en qué parada se había subido. Se abrió un turno de preguntas a la misma para ver si sacaban pistas de dónde se había subido en el viaje de ida donde colaboraron ingleses, alemanes, catalanes y el conductor que era andaluz con una "grasia que no se podía aguantá".
La logramos dejar donde había estacionado el coche con un aplauso general. A ese autobús subimos un grupo de completos desconocidos, de diferentes nacionalidades, y bajamos un montón de camaradas a los que les daba pena de que el trayecto se hubiese acabado. Incluso a nosotros se nos había olvidado que teníamos familia esperando.

jueves, 29 de marzo de 2012

Huelgas generales

Hoy saldrán publicadas las irreconciliables cifras del seguimiento de la huelga por parte de gobierno y sindicatos. En realidad a nadie le importa. Y digo que a nadie le importa porque Lynce.es, la única empresa que contaba aglomeraciones, cerró hace poco porque a nadie le importaba saber cuántas personas había realmente en una manifestación. Para unos el negro siempre será negro y para otros el blanco siempre será blanco.
Para alguien con una miras más cromáticas como yo, un éxito total fue la que se hizo el 14 de Diciembre de 1988 y después de eso nada se le ha igualado. Ese día mis padres no me dejaron sacar el coche a la calle y a nadie más se lo dejaron sacar, no había coches. No hubo manera de comprar algo para merendar porque todo estaba cerrado. No es que merendásemos por costumbre. Es que a fuerza de no poder comprar nada, nos entró un hambre canina. El país estaba paralizado.
Esta y otras anteriores han sido de risa. Igual para los jóvenes ha sido la ostia, pero los veteranos tenemos que reconocer la realidad. Como la del 88 ninguna.
Para salir de la crisis no sirven ni las medidas del gobierno ni las huelgas generales. Hace falta mentalidad alemana. Suena a tópico pero lo ilustraré para que resulte entendible.
Hoy, una persona española, funcionaria de 3.000 Euros al mes que no aparece nunca por su lugar de trabajo, viene a firmar para que no le descuenten el día.
Hoy, una persona alemana, que trabaja en el mismo sitio que la española por menos dinero y viene todos los días, ha venido a trabajar porque tiene mucho trabajo pero no ha firmado la hoja porque estaba de acuerdo con la huelga y quiere que le descuenten el día de acuerdo a sus convicciones...
Luego está la huelga a la japonesa pero eso nos cae más lejos incluso.

sábado, 17 de marzo de 2012

El amor es ciego

Dieciocho años... ¡Quién los pillara!.
En esos días y de vino y gloria, me dirigía con el coche de mi padre a dejar en casa a la chica más bonita del mundo. Sí, sé que suena cursi e incluso increíble. La dopamina que segrega nuestro cuerpo nos hace andar flotando y ver guapa hasta a la duquesa de Alba, pero en este caso había una corriente popular que era de la misma opinión que yo. También cabía la posibilidad de que todos anduviesen enamorados de ella y la enajenación se hubiese tornado en epidemia, pero era una posibilidad remota.
Pues había frenado frente a su casa, con el motor encendido, sin la más mínima intención de otra cosa que no fuera dejarla con un beso de buenas noches y continuar hasta mi casa, aparcar el coche de mi padre sano y salvo en el garaje e irme a dormir. Y ocurrió que, con la puerta abierta y un pie fuera, ella se volvió, cambiando de opinión y se abalanzó sobre mi con un beso largo y apasionado.
Creí flotar. Hay veces que te pasas la vida forzando una situación y no sale y otras en cambio, sin proponérselas, salen perfectas. Trompetas y fanfarrias. No quería que acabase nunca. Estaba enamorado. Nada podía estropear ese momento...
¡Pumba!. Estruendo y sacudida. Un coche estaba encima del nuestro. ¿Será posible?. No sólo me estropean el momento sino que encima me abollan el coche de mi padre.¡Le mato!.
Un momento...¡si no hay nadie al volante!. ¿Qué está pasando?.
Todo esto es lo que mi cerebro pensó atropelladamente en décimas de segundo intentando recomponer la situación. No acertaba a entender nada. Hasta que me fijé en un dato que me sacó de mi estupor. ¡No estábamos enfrente de su casa!.
Cuando creí flotar, en realidad lo estaba haciendo de verdad. Con el motor encendido y el freno de mano sin poner, cuando el beso me sobrevino se me quedaron los ojos en blanco y el pie se me fue levantando, poco a poco del freno hasta que coche empezó a bajar la ligera cuesta y terminó golpeando a un coche estacionado.
Lo mejor, la enorme distancia que recorrimos y la estampa que debíamos tener mientras la recorríamos.

viernes, 16 de marzo de 2012

Entradas gratis

Dicen que los mejores chistes salen de la vida real.
Pues correría el verano del 85 cuando El Último de la Fila vino a Santander a dar un concierto en la plaza de toros. De aquella, no podía escuchar otra cosa que no fuese a Manolo García y Quimi Portet como años más tarde me ocurriría con Guns and Roses. Estaba loco por ir, pero mi escasa paga estaba temblando.
Vi la luz al abrir el periódico Alerta. Allí, en la esquina inferior de la hoja, habían publicado un cupón para el sorteo de un par de entradas. Presuroso me dispuse a rellenarle con mis datos cuando mi abuela me sorprendió en semejante menester.
¿Qué haces?- me preguntó.
Rellenear un cupón para ver si me tocan unas entradas para El Último de la Fila- le respondí yo.
¡Ay, hijo!, Ya te las pago yo que desde ahí atrás no vas a ver nada.

martes, 13 de marzo de 2012

Tocado y hundido

Una de las cosas buenas de trabajar a turnos es poder ir al gimnasio por la mañana. Por la tarde el nivel de olor a axila, fruto del esfuerzo espartano, se torna insufrible.
El gimnasio por la mañana es otra cosa. Está plagado de señoras ociosas y jubilados. No es que los jubilados no estén ociosos, pero lo están desde hace poco. Se han ganado un merecido descanso y pululan por el gimnasio más para observar, como si de una obra pública se tratase, que por mantenerse en forma. Además ahorran. Los veinte euros de la tarifa de jubilado son la mejor inversión de la historia. Ahorran en agua caliente y periódico como mínimo.
Otra cosa son las señoras ociosas. Aparcan su carrazo en la puerta y se meten a remojo en el spa. Deberían estar aburridas de no haber hecho nada en su vida pero no es así. Están orgullosas. Y con el calor del agua, se esponjan y piensan en voz alta...
"¡Esto es vida!. Cualquier cosa menos trabajar. Porque esta gente, encima de tener que ir a trabajar, tienen que dar las gracias."
Oído, tocado y hundido.