martes, 21 de agosto de 2012

No todo vale

Estamos en la creencia de que para estar en casa, todo vale. De hecho, un día regalamos a un amigo unas zapatillas de abuelete como gracia y las dió uso hasta que las reventó. Las camisetas viejas pasan a ser pijamas hasta que no pueden más y se convierten en trapos. Pues no todo vale porque a veces hay visitas inesperadas.

Estaba yo en casa en pijama y como tenía frío y no tenía a mano mi bata me puse la de mi rosa de mi mujer. En principio nada que temer. Es más, no tienes consciencia de tu atuendo. Y entonces un amigo mío llamó a la puerta.

Repentinamente tomé consciencia de mi look de Hello Kitty y eché a correr hacia mi habitación con tan mala suerte que alguien había dejado la aspiradora debajo justo de la puerta y al saltarla me comí el marco de la misma.

¿Hay algo peor que el que te vea tu colega con una bata rosa?. Pues que te vea con una bata rosa tirado en el suelo con tu mujer descojonada de la risa.

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