sábado, 8 de diciembre de 2012

Herido en combate

Entre "El día de la bestia" y "Muertos de risa", tuvo Álex de la Iglesia la feliz idea de rodar "Perdita Durango". Fue este el primer papel de Bardem como "hijodeputa" antes de que lo descubrieran los americanos en "No es país para viejos" y los británicos en "Skyfall".

Existía por aquel entonces una suerte de minicines en Santander, trasteros reconvertidos, en los que la ausencia de las mínimas medidas de seguridad hacían que la única puerta de entrada y salida se hubicase debajo de la pantalla. Esto hacía que el llegar con la película empezada acojonase abrir la puerta y encontrarte a toda la sala mirándote de frente, inquisidora. Y al salir antes de tiempo sintieses todas las miradas clavadas en tu espalda.

Pues la unión de una película nefasta con un cine patético dio como resultado que, tras veinte minutos aguantando mecha, decidiésemos marcharnos y al hacerlo descubriese con horror que la pierna derecha se había dormido.

Salir arrastrando una pierna en mitad de una película violenta con la silueta recortada contra la pantalla no tiene precio. Para todo lo demás, MasterCard.